Panorámica del peor de los infiernos. ¿Acaso no deberían estar chiflándola? ¿De dónde salió toda esta gente? ¿Por qué Piñera y Lula -los niños mimados del oficinista promedio que exige clima de negocios- están dispuestos a sacarse una foto con ella? ¿Acaso toda esa gente -incluídos Piñera y Lula- tampoco entendió el mensaje de las urnas?
La gente es pragmática y la militancia (tanto opositora como oficialista) es una actitud reservada para unos pocos. La mayoría no se mueve por el odio que pueda destilar la opinología opositora, como demostraron las colas para ingresar a los stands de las provincias. Ojo, porque tampoco se mueve por 678. ¿No temieron junto al cronista por un momento que la convocatoria se circunscribiera exclusivamente al público de 678? Afortunadamente fue más amplia, y se plagó de gente que iba "a ver qué onda" (Palermo y Rosario se plagaron de tipos que iban a ver "qué onda" allá por el 2008, y eso alcanzó para frenar una ley impulsada por el Ejecutivo y con media sanción de Diputados).
La temática del festejo sin ser proselitista, estuvo atravesada y teñida de peronismo hasta en su más ínfimo detalle. Las carrozas tenían todas sus cimientos asentados sobre ese núcleo que viene haciendo girar nuestro mundo desde hace casi 77 años, aunque eso no es muy difícil porque como todos sabemos, todos los caminos son atravesados por el Peronismo.
Si el primero fue el centenario de la omisión con Estado de Sitio, revoltosos escondidos bajo la alfombra y cultura Europea hasta en las empanadas, éste fue un bicentenario del país real, con el pueblo en la calle (aceptémoslo: más de 2 millones tienen que ser pueblo) y con espectáculos inclusivos, de ésos que no sólo sirven de agasajo a la Infanta Isabel.
Por otra parte, la reivindicación en el Cabildo de la línea San Martín - Perón - Rosas es un agravio histórico para aquéllos que creyeron que iban a controlar este centenario como hicieron 100 años atrás.
La Iglesia con su mezquindad política quedó una vez más afuera de todo, como hiciera en 1910 de la mano de los liberales anglófilos y como volverá a ser en 2110 si insiste en esa actitud de priorizar las necesidades de Roma (y la UIA) antes que las necesidades de los humildes a los que tanto apela.
En esta vuelta de la historia, el Peronismo le ganó la mano al otro país, y éste se suma a larga lista de agravios que desde 1943 se vienen acumulando en el libro diario de la oligarquía vernácula. Y el fantasma que agita el sombrerito de la presidenta es un miedo que después de ayer, vuelve a filtrarse en los cálculos de todos los que piensan en el 2011...