
Como todos sabrán, el Anarko Peronismo no es un movimiento dialoguista y cree en la acción unilateral sin buscar consensos más alla de la tropa propia. Si no fuéramos así, apenas seríamos anarquistas.
Este blog se mueve por esa estricta política autoritaria del peronismo más verticalista. No obstante, volvemos a responderle al Compañero Mostro por dos motivos. El primero, el Mostro es compañero y admitimos el debate interno. El segundo, nos interesó este comment que nos dejó:
"
El que no habla por hablar es el jefe, que hace 2 días pidió, exigió y ordenó lo siguiente: "dejen de pegarle a Pino que la puede dejar afuera a la Gorda". Jerafum dixit. Y sin ir más lejos, hoy Haime lo pone segundo a Pino, tercero al banquero y cuarto al muchachito afrancesado. Pregúntese usted para quién trabaja Haime, respóndase y luego verá la luz, que en estos tiempos viene sucia, velada y embarrada. Como pantanosa, diríase."
En caso de que fuera así y esta versión no fuera otro fruto bastardo de la tan conocida "radio pasillo" (fuente de información que por otro lado nunca hay que descartar), no podemos dejar de señalar lo equivocado de esta estrategia del
jefe (cabe señalar que Anarko Peronismo tiene como premisa no reconocer más jefe que el Gral. Proudhon).
Pasamos a explicar.
En las elecciones presidenciales del 2007 habían dos alternativas al proyecto oficialista:
Una era el entente Duhaldista-Nosiglista expresado en la candidatura de Lavagna. Esta alternativa estaba dotada de una pata peronista y contaba con la estructura del radicalismo realmente existente (los que realmente ocupan posiciones dentro del Aparato Estatal), característica que hacía de ésta una alternativa con vocación real para constituir poder y alcanzar mayorías.
Del otro lado teníamos a la cruzada republicana-mediática encabezada por la Dra. Lilita Carrió, una opción aventurada para ciudadanos que apenas se conforman con expresar su disconformidad votando a una delirante que sale a decir cualquier barbaridad en la tele, pero que no tiene posibilidad de mojar sino a lo mejor de montar un interesante show de escándalos legislativos.
Una parte importante de mantenerse en el poder es saber influir sobre tus opositores, y en el mejor de los casos poder elegir cuál es el oponente que más te conviene tener en cada coyuntura. De más está decir que es mucho más conveniente polarizar con la delirante escandalosa que con los chacales duhaldo-nosiglistas. ¿Por qué? Porque alguien sería capaz de confiar un cargo ejecutivo a estos chacales, pero nadie en su sano juicio elegiría a Carrió como presidenta (sin mencionar que Carrió tampoco tiene esto como aspiración política, ahí se acabaría la mentira).
En Capital, es mucho mejor darle aire a Carrió y su troupe de pelmazos (Prat Homo a la cabeza) antes que consolidar a Mauricio Macri como referente opositor distrital, ya que a mediano y largo plazo Macri representa una amenaza política mayor que Lilita. Dejá que se peleen por la foto que no le conviene a ninguno de los dos.
Una buena maniobra es, por ejemplo, la de Santa Fe: el Lole es una amenaza para la disputa intrapartidaria, entonces levantá a Rossi, restale votos a Reutemann y dejá que los socialistas se lo coman crudo. Es más peligroso Reutemann unificando al PJ en tu contra (o sea, robándote la base de apoyo) que Binner tratando de armar frustrantes componendas republicanas con Juez; Carrió y otros tantos figurones mediáticos y mezquinos.
Como ven, no todo lo que dice el jefe está bien, también puede equivocarse. Por eso existen los blogs libertarios, para que algún peruca pueda tirar la bronca.
(A los que llegaron hasta acá les digo: Urgente consíganse una novia. Y yo más todavía que me tomé el tiempo de escribir esto).