“Pedíamos que desinfectaran la fábrica porque había compañeros enfermos, la empresa respondió que iba a cerrar al jardín maternal, pero no les dio licencia a las madres, que no tenían dónde dejar a sus bebés...”
“El lunes 17 terminó la conciliación obligatoria y al día siguiente mandaron los telegramas de despido. [...] dieron de baja a los gremialistas y a toda la gente que se ponía al frente para reclamar porque quieren implementar el sistema americano de doce horas de trabajo, que ya impusieron en San Luis, y así reducir un turno. Dicen que antes de recibir a esta gente, que marcaron a dedo, prefieren pagar multas”
Cuando dejamos de lado las inéditas tapas de Clarín; las chicanas baratas de algunos delirantes -entre quienes me incluyo- y la foto de un desalojo violento que enturbia todo análisis, lo único que queda son 162 trabajadores en la calle y un mal gusto en la boca. Por encima de todo, 162 despidos más que arbitrarios e ilegales, y que por su intencionalidad, constituyen un ataque a los trabajadores. Queda una CGT que no dió el debido respaldo ni la contención necesaria a una reivindicación legítima y un Ministerio de Trabajo totalmente dibujado, como expresión de un gobierno frágil que hace agua por todos lados y que al dar la lucha por la ley de medios, se olvida de otros frentes importantes (y el de los trabajadores sí que es un frente importante).
Si dejamos pasar ésta, mañana será otra cosa y vaya a saber dónde termine. Por eso hay que apoyar la lucha de los trabajadores de Kraft, no por sus dirigentes sino a pesar de sus dirigentes -que por cierto, están ocupando un lugar que el peronismo deja vacante- y no callarse hasta que se reincorporen los 162 trabajadores, como mensaje a ésta y a otras empresas que quieren extorsionar al Estado usando a los trabajadores como rehenes.
“El lunes 17 terminó la conciliación obligatoria y al día siguiente mandaron los telegramas de despido. [...] dieron de baja a los gremialistas y a toda la gente que se ponía al frente para reclamar porque quieren implementar el sistema americano de doce horas de trabajo, que ya impusieron en San Luis, y así reducir un turno. Dicen que antes de recibir a esta gente, que marcaron a dedo, prefieren pagar multas”
Cuando dejamos de lado las inéditas tapas de Clarín; las chicanas baratas de algunos delirantes -entre quienes me incluyo- y la foto de un desalojo violento que enturbia todo análisis, lo único que queda son 162 trabajadores en la calle y un mal gusto en la boca. Por encima de todo, 162 despidos más que arbitrarios e ilegales, y que por su intencionalidad, constituyen un ataque a los trabajadores. Queda una CGT que no dió el debido respaldo ni la contención necesaria a una reivindicación legítima y un Ministerio de Trabajo totalmente dibujado, como expresión de un gobierno frágil que hace agua por todos lados y que al dar la lucha por la ley de medios, se olvida de otros frentes importantes (y el de los trabajadores sí que es un frente importante).
Si dejamos pasar ésta, mañana será otra cosa y vaya a saber dónde termine. Por eso hay que apoyar la lucha de los trabajadores de Kraft, no por sus dirigentes sino a pesar de sus dirigentes -que por cierto, están ocupando un lugar que el peronismo deja vacante- y no callarse hasta que se reincorporen los 162 trabajadores, como mensaje a ésta y a otras empresas que quieren extorsionar al Estado usando a los trabajadores como rehenes.
8 comentarios:
Remarco " están ocupando un lugar que el peronismo deja vacante", cosa importante si las hay. Si no somos nosotros los que conducimos al movimiento obrero, entonces que queda para el resto de la sociedad argentina? Muy buen post manu, saludos de un companhero mendocino en brasil.
Gonzalo F. Kemec
Compañero, insisto con una cosa. Si bien es cierto la urgencia del reclamo de los compañeros, vale la urgencia para joder el ya delicado tratamiento de la ley de medios?
Como anarcho que también soy pienso, no sería mejor cuidar esta ley, asegurar su aprobación, que será en benieficio de TODOS los compañeros y de sus hijos en un futuro?
Es cierto, como pibe de clase media como usté es facil para mí decirlo, pero que boludez es esa de que los chinos del PCR son de la villa?
No jodamos. Y me jode que entonces aparezcan personajes que reivindican a fusiladores de anarchistas hablando en contar de la represión.
NO A LA REPRESIÓN.
SI A LA REINCORPORACIÓN DE LOS TRABAJADORES.
Pero no pensemos con la inmediatez que a la burguesía caracteriza. Chas gracias
en un todo de acuerdo: apoyar la lucha de los compañeros más allá de sus dirigentes
Anarko, esos dirigentes que vos decís son los que se la pasan acusando de "burócratas" a los dirigentes de la CGT, sin diferenciar unos de otros y metiendo a todos en la misma bolsa de "traidores".
En su lógica, es más fácil reventar un conflicto pateando la mesa de negociación que sentándose con la patronal y el Estado. No buscan mejorar la situación del trabajador común, ponerse en su lugar y tratar de solucionar los problemas según la óptica de esos obreros. Tratan todo el tiempo de "meter desde afuera" conciencia a los ponchazos. No estoy seguro que la demandas fueran sólo de "base" (higiene y jardín maternal). Sobre ésas demandas legítimas, la casta de iluminados se monta con propuestas de todo o nada, a pie juntillas de su programa revolucionario.
Por lo demás, estoy de acuerdo en el resto de las cosas que decís.
Un abrazo.
Ct.
si que lastima que no hubo gripe en todas las fabricas si no estabamos a un paso de la patria socialista
Un post muy logico... Casi totalmente opuesto a los otros publicados anteriormente.
está bien anarko, como buenos peronistas que somos, siempre vamos a bancar a los trabajadores. Aunque tampoco hay que dejar de mencionar la irresponsabilidad de cierta dirigencia sindical marxiana, que trata de crecer políticamente a costa de conflictos que siempre, pero siempre, pagan los trabajadores de a pie.
Totalmente: ¿Por qué la represión fue tapa de Clarín, pero los 162 despidos no? Ellos ya volvieron al "caos vehicular en Panamericana". Lo nuestro no termina ahí. Más allá de la troskada y la chinada, que son mas banderines que militantes.
Publicar un comentario