SHOOT THE DOG

Bueno, está bien, me extralimité y fuí innecesariamente cruel. Como bien me señala el compañero Mauri (que no es Macri), "es hora de volver a darle a Macri".

Para empezar aclaro: voté a Filmus/Cabandié/comuneros (aunque no sé quiénes mierda eran) sin ningún tipo de complejo. Sin dudas los vuelvo a votar en caso de que se sostenga esta vía -a mi entender errónea- de seguir hasta el ballotage. Y por si quedaban dudas, en estos últimos 8 años no voté nunca otra cosa que el FPV o aliados (soy kirchnerista clase 2003) y este blog fue ultratalibán durante la crisis de la 125. Además El Amor después del Amor me parece un discazo.

Ahora vamos a los bifes.

Esta elección tuvo dos particularidades. La primera, se polarizó de tal manera que podemos decir que se trató de algo así como un ballotage adelantado. En este panorama, obtener menos del 30% no son buenas noticias porque, como ya expusimos en este post, no hay mucho más margen de donde rascar votos extra y alcanzar al menos el 40% del honor. Por otra parte (aunque yo no confiaría mucho en esto) un hipotético panorama de ballotage adelantado marcaría el límite de la potencialidad electoral de ambas fuerzas, y estaría fijando un techo para el PRO no muy lejano a 47%, cifra muy inferior al ballotage del 2007.

Repito que esto es poco confiable y pura especulación, inclinándome por pensar que en una primera vuelta con una fuerza que casi duplica en votos a la otra y a sólo 2,5 puntos del 50,1% deseado es un resultado casi cantado. Para ponerlo en cifras duras: entre el 26% del electorado que no votó a ninguna de las dos fuerzas mayoritarias, Filmus debería cosechar 9 de cada 10 votos para recién pardar a Macri y 5 de cada 10 para alcanzar el 40% del 2007. El mayor peligro no sería ya ir a un ballotage que no se puede ganar sino ir a obtener menos que en el 2007.

La segunda particularidad se trata del potencial voto cruzado que según entiendo se verificará en Octubre entre personas que votaron a Macri en la Ciudad para luego votar a Cristina en la nacional. O al menos eso es lo que marcarían las encuestas de intención de voto que le atribuyen a la Presidenta un 50% de intención de voto en este distrito (aunque yo ya no depositaría tanta fe en las encuestas y menos si vienen de Doris Capurro).

En caso de ser reales estas cifras, se explicaría por el simple motivo que por fuera del microclima de 678 y la épica berretona de profundizar el modelo, existe un mundo en el que no resulta tan dramática la contradicción de votar a Macri y después a Cristina. El voto "ideologizado" (no por esto mejor, desde ya) es un privilegio que se reserva una minoría sobreinformada, de ingreso medio a alto y muy bajo impacto electoral, con impacto particularmente alto en redes sociales. No tiene nada de malo ir a la caza de este sector -supuestamente grande en el distrito- pero resulta un grave error darle tanta centralidad en el cálculo electoral, peor aún identificarlos como facción preponderante de los denominados sectores medios porteños y ni hablar de tomar decisiones políticas o encarar campañas electorales en base a la ficción generada por este microclima y sus expresiones mediáticas.

Seguir este rumbo hasta el ballotage resulta un error en tanto se mantiene abierta esta situación de campaña desventajosa y constante que da margen a episodios bochornosos como el artículo de Fito Páez o las boludeces que dijo Aníbal el domingo, pero a lo largo de todo un mes. Y un mes es mucho tiempo para mandarse cagadas, teniendo presente que cualquier agresión poco cuidadosa a Macri -reconozcamos que el FPV no es muy cuidadoso- redunda en una agresión hacia el 47% de los porteños que volvieron a depositar su confianza en él. Entre ese 47% hay sin dudas tipos que no tendrían problemas con votar a Cristina en Octubre, sumado al impacto que tiene en el interior del país todo lo que ocurre en Capital.

En vista de las elecciones en Córdoba y Santa Fe, y las elecciones primarias que se acercan, una campaña que va directo a la derrota con alto riesgo de papelón 65%/35% no es un buen ruido de fondo para las pretensiones electorales del FPV. Y todo lo que ocurra ahora sin dudas repercutirá en Octubre. Por eso el anarka aconseja: no estiremos esta derrota un mes entero, let´s put that dog to sleep.