Esta mañana leimos en Página/12 un reportaje a Néstor Segovia y Beto Pianelli -los dichosos delegados del subte- que nos sorprendieron (en forma positiva) con sus declaraciones:
"...Y no es un problema CGT-CTA, porque yo no conozco muchos camioneros que quieran irse del gremio de Moyano.
"...Y no es un problema CGT-CTA, porque yo no conozco muchos camioneros que quieran irse del gremio de Moyano.
–¿No es un problema CGT-CTA?
R. P.: –No, dentro de la CGT también hay gremios que toman los intereses de los trabajadores. Es un tema de cómo funciona cada sindicato: hay gremios que no tienen interés en defender a los trabajadores, se han dedicado a los negocios, y se sienten amenazados cuando aparecen nuevos sindicatos. La UTA en el subte ha sido así, a todas nuestras peleas por aumentos salariales y por la reducción de la jornada laboral las dimos con la UTA en contra."
Mis respetos a los dirigentes del el subte, que en lugar de andar discutiendo sobre la agenda que nos plantean los medios de comunicación -fogoneada por las declaraciones de algún impresentable- y repetida por algún que otro payaso, discuten en los términos que corresponde: un debate sobre encuadramiento y no sobre modelos sindicales. Así, hacemos nuestras las palabras de Arias Gibert que leímos ayer en un por demás recomendable artículo de Alfredo Zaiat:
“los sindicatos son organizaciones en lucha, no son un club social. El argumento que se le opone normalmente es que, precisamente a consecuencia de la burocratización, los sindicatos han dejado de cumplir su rol y el poder social que emerge de la potencia sindical es apropiado para fines privados de los dirigentes”. Sin embargo, el especialista se aleja de la respuesta habitual frente a esa generalizada descripción, para sostener que “lo que se desprende del contraargumento no es la necesidad de la pluralidad sindical, sino la de la democratización efectiva de las organizaciones sindicales” “¿Por qué razón la dirigencia de un sindicato alternativo va a ser menos burocrática que la del sindicato único?”
A ver, vamos a ponerlo de esta manera nena: reclamar la reforma del modelo sindical nada más que porque existen dirigencias burocráticas, sería tan disparatado como reclamar la abolición de la monogamia -institución burguesa que igualmente queremos abolir- nada más que porque tu marido es un turro. Sobre todo cuando te llena la cabeza otro turro que nada más te quiere coger y después mandarse a mudar con otra.
Por eso nos quedamos con las declaraciones del Hugo Negro (encomiado por los mismos dirigentes combativos del subte) que en un reportaje publicado ayer nos iluminó: “El afiliado es como la mujer. Hay que darle cariño, asistencia médica, si no se te va con otro”.
2 comentarios:
Anarko, los dos reportajes son excelentes, el de hoy a los delegados del subte, y el de ayer a Moyano (realizado por Martín Piqué, para mí de lo mejor que dio Página/12 en estos últimos tiempos).
Queda claro que lo que se juega en el conflicto del subte (no quiero extenderlo a los otros conflictos ahora tan mediatizados) no es ni lo que la prensa burguesa gorila dice, pero tampoco lo que vociferan los partidos de izquierda. No es más que un conflicto sindical ("lucha económica" en términos marxistas clásicos), sobre la que los partiditos y los grandes medios quieren construir el castillo de naipes de una "lucha política" inexistente hacia el gobierno nacional (inexistente en el subte, claro está)
Saludos.
Ct.
Vertbisky tambien ayer y tambien en el mismo diario habla sobre las difucultades que tiene la UTA en el interior para mantener afiliados. No sería esta una oportunidad histórica para los delegados de Subte de salir a militar su propuesta al interior y entonces alcanzar la dirección de la UTA?
Tienen intenciones de eso?
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