POINT OF NO RETURN (del ridículo no se vuelve)

Luego de la impresionante convocatoria electoral llevada a cabo por la CTA en Septiembre del presente año (con la participación de nada menos que una séptima parte del padrón inscripto) y un resultado que habla a las claras de un nuevo sindicalismo democrático sin corruptelas ni vivadas típicas de la política criolla tradicional -incluyendo pedidos de veedores extranjeros que garanticen el desarrollo de las mismas sin fraude- y transcurridos ya casi 3 meses sin poder nombrar nuevas autoridades, vemos hoy en infobae de qué manera una discusión política puede alcanzar nuevos horizontes de ridículo jamás antes explorados:

"El sector de Micheli -quien fue proclamado como nuevo titular de la CTA el martes pasado, aunque sin el aval del Ministerio de Trabajo ni de Yasky- denunció que su rival ordenó "dar de baja las claves de administrador de todas las páginas institucionales" de la central.

Según indicaron, el objetivo de esa iniciativa es el de evitar que el sector de Micheli pueda subir sus contenidos en la web de la central."

Como podemos ver, la lucha por los trabajadores se da ahora en el campo de la informática, para aquéllos que se ríen de la capacidad que puede llegar a tener un blog, el facebook o el twitter para transformar la realidad (APDV). Se imaginan, queridos luchadores sociales el eco que generaría en la opinión pública esta cuestión si se diera en un ámbito menos democrático y más mafioso como puede llegar a ser la CGT.

Más allá de las chicanas baratas, la situación interna de la central se vuelve cada vez más insostenible, ya que las posiciones alcanzaron extremos irreconciliables a raíz de los diversos posicionamientos políticos que fueron tomando sus distintos integrantes a partir del 2008 y que tienen como final de la ruta el proceso electoral del 2011. De uno y otro bando, claro está: nadie puede decir con sinceridad que Yasky no representa al oficialismo y Micheli no es respaldado por una componenda opositora (Proyecto Sur; Libres del Sur y -aunque ud. no lo crea- el frente de trabajadores de la UCR). Sindicalismo partidario, de un lado y del otro, sin hipocresías. Al que no le gusta, que vote al PTS.

El argumento de la "intervención" esgrimido por Micheli no merece mucho comentario, ya que los disparates no requieren ser analizados con mucha profundidad. La decisión del Ministerio de Trabajo de mantener las actuales autoridades en tanto no se definan las nuevas es una decisión equiparable a una medida de no innovar que cualquier juez del fuero que sea -laboral en este caso- y en su sano juicio tomaría ante una situación así.

Por otra parte, tampoco implicaría intervención por parte del Ministerio de Trabajo el no reconocimiento de un llamado a elecciones que se realizó en forma unilateral por uno de los sectores en disputa por fuera de las vías institucionales/estatutarias que oportunamente ambos bandos consensuaron. Sobre todo cuando los representantes de una porción no menor del electorado -aproximadamente el 40%- manifiestan su oposición a que se lleven adelante los comicios en esa fecha y de esa forma. Y bueno macho, ajo y agua, si te gusta la "Democracia Sindical", bancate los derechos de las minorías. ¿Acaso los trabajadores del subte no tienen derecho a imponer su representación propia por sobre la representación de la UTA como organización de segundo grado? (el Anarka cree que sí).

Por último, preguntarse cómo se configura el equilibrio nuevo interno de la Central con Milagro Sala y la Tupac Amaru fuera de la misma, teniendo en cuenta que los votos arrimados desde Jujuy fueron esenciales para el aparente triunfo de la Lista 1.

A los correligionarios judiciales de la AEJBA les decimos: Se quiebra, ¡Pero no se vota!