Luego de quemar sus naves y cortar todos los lazos que lo unían con el Kirchnerismo, el diputado niño bien Felipe Solá -el principito del PJ- salió llorando del recinto y organizó una conferencia de prensa con otros perseguidos políticos. En ésta declaró:
"En el peronismo no hay libertad de opinión y reina el temor político", denunció Solá, para justificar su deserción. Aseguró que el Gobierno "usa su poder financiero para someter a gobernadores e intendentes". Confesó que como gobernador "a veces resistí y otras callé por razones de Estado".
Esto sería razonable si no se tratase de un diputado que votó en contra de dos leyes que el oficialismo respaldó con toda su maquinaria, cuyo rechazo significaría una derrota política enorme para el kirchnerismo, y no recibió ninguna sanción por ello.
Al parecer una puteada o dos de Kunkel y Recalde son suficientes para que nuestro principito se ofenda y se vaya de la cancha lloriqueando. Nos preguntamos si durante los años en la secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del gobierno de Ménem lo trataban mejor, con todo el respeto que merece un niño de buena familia.
Le deseamos mucha suerte en su nuevo bloque de peronistas con olor a muerto donde no podemos encontrar más que lo mismo de siempre: delasotistas; romeristas; marinistas; duhaldistas; adolfistas... Ninguna fuga nueva, salvo por algún cobista de esos que tenían fecha de expiración cantada.
Anarko Peronismo considera que la política puede ser cosa de señoritas, pero no tiene lugar para llorones. Si uno se abre es porque no comparte lineamientos que antes compartía, o porque directamente "se borocoteó" (¿Dónde están las acusaciones de "borocotazo" que estaban tan de moda antes?). O en este caso particular, porque te negaron la escandalosa re-re-elección como gobernador y encima te metieron en el freezer de diputados, negándote la presidencia del bloque.
"En el peronismo no hay libertad de opinión y reina el temor político", denunció Solá, para justificar su deserción. Aseguró que el Gobierno "usa su poder financiero para someter a gobernadores e intendentes". Confesó que como gobernador "a veces resistí y otras callé por razones de Estado".
Esto sería razonable si no se tratase de un diputado que votó en contra de dos leyes que el oficialismo respaldó con toda su maquinaria, cuyo rechazo significaría una derrota política enorme para el kirchnerismo, y no recibió ninguna sanción por ello.
Al parecer una puteada o dos de Kunkel y Recalde son suficientes para que nuestro principito se ofenda y se vaya de la cancha lloriqueando. Nos preguntamos si durante los años en la secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del gobierno de Ménem lo trataban mejor, con todo el respeto que merece un niño de buena familia.
Le deseamos mucha suerte en su nuevo bloque de peronistas con olor a muerto donde no podemos encontrar más que lo mismo de siempre: delasotistas; romeristas; marinistas; duhaldistas; adolfistas... Ninguna fuga nueva, salvo por algún cobista de esos que tenían fecha de expiración cantada.
Anarko Peronismo considera que la política puede ser cosa de señoritas, pero no tiene lugar para llorones. Si uno se abre es porque no comparte lineamientos que antes compartía, o porque directamente "se borocoteó" (¿Dónde están las acusaciones de "borocotazo" que estaban tan de moda antes?). O en este caso particular, porque te negaron la escandalosa re-re-elección como gobernador y encima te metieron en el freezer de diputados, negándote la presidencia del bloque.
1 comentario:
"Llorar es un sentimiento" no se olvide de eso
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