Esta mañana, los titulares de las ediciones digitales de los diarios son ocupados por las declaraciones de Hugo Moyano, secretario general de la CGT; en referencia a los despidos y suspensiones. El camionero nos dice: "No hay concretamente suspensiones o despidos, como aparece en algunos medios [...] Yo le pedí a los gremios que me dieran sinceramente casos concretos, y no hubo casos concretos de despidos ni de suspensiones"
Sin embargo, y como bien marca Mariano Martín para el diario de "Sobrecito"; no se está tomando en cosideración el empleo en negro, ámbito más flexible para los recortes y desde ya más difícil de controlar desde la entidad profesional. Acá tenemos otra de las consecuencias indeseables de la proliferación de esta "modalidad" contractual. (La nota de color de este artículo es que el periodista armó su hipótesis en base a "relevamientos de Crítica de la Argentina").
Esta mañana, el periodista Fernando Krakowiak para Página/12 explica: "las casas matrices de muchas de las terminales que operan en el país están afrontando serios problemas de liquidez y les piden a los gerentes de las sucursales que tienen en países como Argentina que disminuyan los niveles de producción, liquiden el stock y les giren el efectivo disponible cuanto antes, independientemente de cómo evolucione la demanda".
La explicación de Krakowiak es razonable atendiendo a la actual crisis financiera internacional y la contracción del crédito, aunque los Anarko Peronistas -que somos más amigos de las lecturas políticas que la lecturas económicas- percibimos conspiraciones en todos lados, y vemos acá otra cosa.
Acá tenemos el segundo acto del lobby y la presión corporativa del último mes para devaluar el peso. Luego de un duro embate que duró casi un mes y que fue desplazado de la agenda pública por el AFJP gate, los cañones empresariales vuelven a lanzar su munición. Apuntando, comos e esperaba, al punto más sensible: el trabajo.
El gobierno nacional prefirió no seguir al coro de devaluadores del Movimiento Productivo, la UIA y los Montenegros, entonces los industriales empezaron a liquidar rehenes. Estos serían, los trabajadores. Un poco perversa la lógica empresarial, ¿No?
Sin embargo, y como bien marca Mariano Martín para el diario de "Sobrecito"; no se está tomando en cosideración el empleo en negro, ámbito más flexible para los recortes y desde ya más difícil de controlar desde la entidad profesional. Acá tenemos otra de las consecuencias indeseables de la proliferación de esta "modalidad" contractual. (La nota de color de este artículo es que el periodista armó su hipótesis en base a "relevamientos de Crítica de la Argentina").
Esta mañana, el periodista Fernando Krakowiak para Página/12 explica: "las casas matrices de muchas de las terminales que operan en el país están afrontando serios problemas de liquidez y les piden a los gerentes de las sucursales que tienen en países como Argentina que disminuyan los niveles de producción, liquiden el stock y les giren el efectivo disponible cuanto antes, independientemente de cómo evolucione la demanda".
La explicación de Krakowiak es razonable atendiendo a la actual crisis financiera internacional y la contracción del crédito, aunque los Anarko Peronistas -que somos más amigos de las lecturas políticas que la lecturas económicas- percibimos conspiraciones en todos lados, y vemos acá otra cosa.
Acá tenemos el segundo acto del lobby y la presión corporativa del último mes para devaluar el peso. Luego de un duro embate que duró casi un mes y que fue desplazado de la agenda pública por el AFJP gate, los cañones empresariales vuelven a lanzar su munición. Apuntando, comos e esperaba, al punto más sensible: el trabajo.
El gobierno nacional prefirió no seguir al coro de devaluadores del Movimiento Productivo, la UIA y los Montenegros, entonces los industriales empezaron a liquidar rehenes. Estos serían, los trabajadores. Un poco perversa la lógica empresarial, ¿No?
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