Durante la noche del día 30 (o sea ayer), desde el hall del palacio legislativo, la diputada; astróloga y moralista Elisa Carrió marcó fuertemente su posición respecto a la estatización de las AFJP:
“vamos por el rechazo absoluto, cualquiera sea la modificación”
Mientras tanto, aquénde y allénde, los consensudos andan predicando sus consignas.
En la misma noche, en el Luna Park, un viejo caudillo de poco brillo pero de gran prédica entre cierta clase media, nos iluminaba:
"...era imposible pretender afianzar la democracia, cuando quien no estaba en el poder, quería destruir todo lo que se hacía desde el poder para llegar al mismo, para suplantar al gobierno en su ejercicio. No puede ser más."
Esta declaración, que curiosamente tuvo poca reproducción en los titulares de los diversos medios, se puede encontrar por el final del video. Todo es nublado por "el diálogo entre la oposición" que la misma oposición no está dispuesta a tener entre sí y mucho menos con el gobierno.
Vamos a aclarar una cosa. Además de nuestra conmiseración a nivel humano por su estado de salud, del Dr. Alfonsín nos separan 20 verdades; una obediencia debida y un punto final. Además, es fácil construir la "vía hacia la democracia" cuando se cuenta con la venia de la dictadura, mientras el partido realmente masivo es perseguido y sus dirigentes desaparecidos. Cualquiera es un luchador cuando lo dejan luchar en paz, viajar por el exterior y andar rosqueando por EEUU y Europa.
Pero eso no me exhime de reconocer una cosa: el viejo sabe armar un discurso que deje conformes a todos. Y ése es un talento. Un talento que en política paga mucho. Tal vez por eso ganó en 1983 con un 51% de los votos, logrando el voto aún de muchos peronistas. Tal vez por eso después de un gobierno menos que mediocre; un pacto de olivos y casi 20 años de inexistencia, sigue siendo para muchos un caudillo.
Para nosotros desde ya no es un caudillo, es simplemente un viejo chamuyero que por errores ajenos más que por aciertos propios se vió conduciendo un fenómeno que lo excedía por mucho. (Todo esto, claro, sin dejar de reconocer su capacidad como agorero, que cotiza tanto entre los comités).
Aún así, consideramos un alivio saber que del otro lado tenemos a Carrió, y no a un personaje como Raúl Alfonsín, el único radical que fue capaz de batir electoralmente al Peronismo en su propio campo, sin andar disfrazándose de alianzas progres o de meter a un peronista de vice.
El zorro sabe por zorro, pero más aún sabe por rosquero...
“vamos por el rechazo absoluto, cualquiera sea la modificación”
Mientras tanto, aquénde y allénde, los consensudos andan predicando sus consignas.
En la misma noche, en el Luna Park, un viejo caudillo de poco brillo pero de gran prédica entre cierta clase media, nos iluminaba:
"...era imposible pretender afianzar la democracia, cuando quien no estaba en el poder, quería destruir todo lo que se hacía desde el poder para llegar al mismo, para suplantar al gobierno en su ejercicio. No puede ser más."
Esta declaración, que curiosamente tuvo poca reproducción en los titulares de los diversos medios, se puede encontrar por el final del video. Todo es nublado por "el diálogo entre la oposición" que la misma oposición no está dispuesta a tener entre sí y mucho menos con el gobierno.
Vamos a aclarar una cosa. Además de nuestra conmiseración a nivel humano por su estado de salud, del Dr. Alfonsín nos separan 20 verdades; una obediencia debida y un punto final. Además, es fácil construir la "vía hacia la democracia" cuando se cuenta con la venia de la dictadura, mientras el partido realmente masivo es perseguido y sus dirigentes desaparecidos. Cualquiera es un luchador cuando lo dejan luchar en paz, viajar por el exterior y andar rosqueando por EEUU y Europa.
Pero eso no me exhime de reconocer una cosa: el viejo sabe armar un discurso que deje conformes a todos. Y ése es un talento. Un talento que en política paga mucho. Tal vez por eso ganó en 1983 con un 51% de los votos, logrando el voto aún de muchos peronistas. Tal vez por eso después de un gobierno menos que mediocre; un pacto de olivos y casi 20 años de inexistencia, sigue siendo para muchos un caudillo.
Para nosotros desde ya no es un caudillo, es simplemente un viejo chamuyero que por errores ajenos más que por aciertos propios se vió conduciendo un fenómeno que lo excedía por mucho. (Todo esto, claro, sin dejar de reconocer su capacidad como agorero, que cotiza tanto entre los comités).
Aún así, consideramos un alivio saber que del otro lado tenemos a Carrió, y no a un personaje como Raúl Alfonsín, el único radical que fue capaz de batir electoralmente al Peronismo en su propio campo, sin andar disfrazándose de alianzas progres o de meter a un peronista de vice.
El zorro sabe por zorro, pero más aún sabe por rosquero...
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