Cada ciclo que finaliza, cada proceso que llega a su fin, no termina de concluir si no deja en su retirada el germen del proceso que pasará a suplantarlo. La naturaleza no es afecta del vacío, y no permite que haya uno si no tiene preparado un algo que lo ocupará.
Cuando un bloque o proceso histórico está en decadencia, puede seguir arrastrándose durante años o décadas a mal traer mientras no aparezca un nuevo sentido con entidad suficiente para reemplazarlo.
“Una verdadera crisis histórica ocurre cuando hay algo que está muriendo pero no termina de morir y al mismo tiempo hay algo que está naciendo pero tampoco termina de nacer" nos decía -con mucha más autoridad que nosotros- Antonio Gramsci. En este momento en que se debería dar la sucesión entre el sentido histórico anterior y el nuevo sentido histórico, es cuando se generan las grandes convulsiones sociales. Y esto presupone la existencia de una nueva "religión" que venga a dar por tierra con los retardatarios postulados de la anterior.
Vamos a ponerlos en términos más simples. Cuando un chabón y una mina se pelean y cortan su relación, van a seguir juntándose para darse un buen revolcón una vez cada tanto hasta que la mina encuentre chongo nuevo, o viceversa. Y mientras no lo encuentren, a alguno de los dos se les va a ocurrir "revivir ese viejo amor" y, desde ya, esta empresa condenada al fracaso traerá más peleas y sufrimiento. Lo mismo pasa con la sociedad y la representación política.
Podríamos decir que el conflicto del campo nos puso al borde de una crisis de representación. La presidenta (cabeza de un proyecto) que el año pasado se impuso por el 45% de los votos, de repente no tiene la capacidad para gobernar que le garantizaba su representatividad. Podríamos decir que el proceso iniciado en el 2003 de la mano de Kirchner está encontrando su fin, y que ya es tiempo de que se vaya retirando para dejar lugar a la sucesión del hipotético pos-kirchnerismo, que vendría a ser la forma más ordenada de llevar adelante el cambio sin convulsiones. Pero no podríamos empezar a hablar de esto si antes no consultamos la única encuesta de opinión válida, que van a ser las legislativas del 2009. Consideramos que aún es prematuro hablar de esto sin ver esos resultados. Después de todo, ¿Para quién decayó la imagen de Cristina? ¿Para los porteños caceroleros que votaron masivamente a Macri? ¿Para los furibundos productores rurales que muy probablemente votaron a Carrió o a Lavagna? ¿Para los muchachos del MST que siempre votan a sus sectas? ¿O para los militantes del PCR que no van a votar porque la política de su partido es no presentarse a elecciones?
Y en caso de que estas próximas elecciones hagan las veces de punto de inflexión, como ya fueron las del ´87 y las del ´97, ¿Quién será la sucesión? ¿Carrió, sus delirios místicos y su incapacidad para armar un partido? ¿Cobos, un hombre tiranizado por su propia pequeñez? ¿Duhalde, que se cansó de perder elecciones y ser sodomizado una y otra vez por Ménem? Hacéle comer eso a la clase media ¿El ibarrismo distrital con su 14% y cromagnón a cuestas, esta vez con Bonasso? ¿El proyecto sur y sus buenas intenciones progresistas? ¿O estamos hablando de Mauricio Macri, con un partido del que nunca nadie escuchó hablar en el interior y su total incapacidad para manejar un paro de maestros? A todos estos les falta tomar mucha sopa y tragarse con ella toda la mezquindad que defecan.
Muchachos, dejémonos de joder con esto del pos-kirchnerismo y los eternos debates sobre la nada. El 2009 va a ser el faro, y nos va a marcar hasta dónde se llega. La cosa viene complicada, sí. Equipo nos falta, pero del otro lado no tienen ni para arrancar. Ahora hay que gobernar y dejar de entrar ya en la lógica de la oposición y no bailemos más a su ritmo porque somos gobierno.
Si se cae Néstor atrás se viene el vacío, y ellos también lo saben. Porque entre toda esta banda de mezquinos y mediocres de poco alcance que se sacan los ojos por un minuto de televisión no hacen uno, y están muy lejos de conformar un proyecto de gobernabilidad viable. A lo único que aspiran es a la desestabilización y en una de esas a la destitución. Y ahí agarráte porque éste es un pasado que no se va a dejar morir tan fácil.
Cuando un bloque o proceso histórico está en decadencia, puede seguir arrastrándose durante años o décadas a mal traer mientras no aparezca un nuevo sentido con entidad suficiente para reemplazarlo.
“Una verdadera crisis histórica ocurre cuando hay algo que está muriendo pero no termina de morir y al mismo tiempo hay algo que está naciendo pero tampoco termina de nacer" nos decía -con mucha más autoridad que nosotros- Antonio Gramsci. En este momento en que se debería dar la sucesión entre el sentido histórico anterior y el nuevo sentido histórico, es cuando se generan las grandes convulsiones sociales. Y esto presupone la existencia de una nueva "religión" que venga a dar por tierra con los retardatarios postulados de la anterior.
Vamos a ponerlos en términos más simples. Cuando un chabón y una mina se pelean y cortan su relación, van a seguir juntándose para darse un buen revolcón una vez cada tanto hasta que la mina encuentre chongo nuevo, o viceversa. Y mientras no lo encuentren, a alguno de los dos se les va a ocurrir "revivir ese viejo amor" y, desde ya, esta empresa condenada al fracaso traerá más peleas y sufrimiento. Lo mismo pasa con la sociedad y la representación política.
Podríamos decir que el conflicto del campo nos puso al borde de una crisis de representación. La presidenta (cabeza de un proyecto) que el año pasado se impuso por el 45% de los votos, de repente no tiene la capacidad para gobernar que le garantizaba su representatividad. Podríamos decir que el proceso iniciado en el 2003 de la mano de Kirchner está encontrando su fin, y que ya es tiempo de que se vaya retirando para dejar lugar a la sucesión del hipotético pos-kirchnerismo, que vendría a ser la forma más ordenada de llevar adelante el cambio sin convulsiones. Pero no podríamos empezar a hablar de esto si antes no consultamos la única encuesta de opinión válida, que van a ser las legislativas del 2009. Consideramos que aún es prematuro hablar de esto sin ver esos resultados. Después de todo, ¿Para quién decayó la imagen de Cristina? ¿Para los porteños caceroleros que votaron masivamente a Macri? ¿Para los furibundos productores rurales que muy probablemente votaron a Carrió o a Lavagna? ¿Para los muchachos del MST que siempre votan a sus sectas? ¿O para los militantes del PCR que no van a votar porque la política de su partido es no presentarse a elecciones?
Y en caso de que estas próximas elecciones hagan las veces de punto de inflexión, como ya fueron las del ´87 y las del ´97, ¿Quién será la sucesión? ¿Carrió, sus delirios místicos y su incapacidad para armar un partido? ¿Cobos, un hombre tiranizado por su propia pequeñez? ¿Duhalde, que se cansó de perder elecciones y ser sodomizado una y otra vez por Ménem? Hacéle comer eso a la clase media ¿El ibarrismo distrital con su 14% y cromagnón a cuestas, esta vez con Bonasso? ¿El proyecto sur y sus buenas intenciones progresistas? ¿O estamos hablando de Mauricio Macri, con un partido del que nunca nadie escuchó hablar en el interior y su total incapacidad para manejar un paro de maestros? A todos estos les falta tomar mucha sopa y tragarse con ella toda la mezquindad que defecan.
Muchachos, dejémonos de joder con esto del pos-kirchnerismo y los eternos debates sobre la nada. El 2009 va a ser el faro, y nos va a marcar hasta dónde se llega. La cosa viene complicada, sí. Equipo nos falta, pero del otro lado no tienen ni para arrancar. Ahora hay que gobernar y dejar de entrar ya en la lógica de la oposición y no bailemos más a su ritmo porque somos gobierno.
Si se cae Néstor atrás se viene el vacío, y ellos también lo saben. Porque entre toda esta banda de mezquinos y mediocres de poco alcance que se sacan los ojos por un minuto de televisión no hacen uno, y están muy lejos de conformar un proyecto de gobernabilidad viable. A lo único que aspiran es a la desestabilización y en una de esas a la destitución. Y ahí agarráte porque éste es un pasado que no se va a dejar morir tan fácil.
2 comentarios:
Anarko, una pregunta nada q ver con el post: sos cristiano como un peronista ortodoxo o ateo como un buen anarquista?
No no, el Anarko Peronista es judío masón de la rama sinárquica que se infiltra en el movimiento para hacerlo una herramienta más de la subersión marxista internacional, con el fin de consagrar el ateísmo y derrumbar al cristianismo, uno de los pilares de la Identidad Nacional. Pero no le digas a Rico porque me van a hacer fruta.
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