¿Del estudiantazo al parcialazo? Rindamos el seminario intensivo de 31 días de lucha y organización.
Es necesario advertir que también hay una disputa planteada con el conflicto en su vuelta a las aulas. Ahí nos encontramos con el conjunto de los/as compañeros/as estudiantes y docentes que de una u otra manera estuvieron apoyando la lucha por el edificio para todos/as, el estudiantazo. Sin embargo, muchas cátedras/materias están cambiando unilateralmente las condiciones de cursada y pretenden impulsar el parcialazo. Las que eran de promoción directa se plantean pasar a régimen con final obligatorio, los parciales domiciliarios se convierten en presenciales, se da por dictado el cronograma hasta la fecha sin alteración, incluso en algunas materias se agregan contenidos. En general, tras estos procesos de la lucha, la variable de ajuste del retorno a la normalidad suelen ser los/as estudiantes y sobre todo aquellos que eligen poner a disposición su tiempo para la lucha. En este mes tuvimos un vertiginoso proceso de aprendizaje sobre lo que es la democratización, el trabajo colectivo y el método asambleario. Es hora de que hagamos valer ese saber también en la cursada. La lucha por la democratización, aunque no solamente, también debe darse en las aulas, combatiendo las unilateralidades, poniendo en cuestión la forma en que se organizan las cursadas, las evaluaciones, la producción de conocimiento, es decir: haciendo de lo pedagógico un campo más para lo político. Si supimos habitar la facultad de manera anormal, se trata ahora de bloquearle el paso a la normalidad, poniendo en juego nuestra capacidad de organizar y decidir sobre lo común. Sigamos organizados/as para enfrentar el disciplinamiento al que nos quieren someter con las decisiones unlitarales sobre cómo terminar la cursada. Pensemos y propongamos en nuestros cursos nosotros/as mismos cómo debemos terminar nuestro cuatrimestre.
Volvamos a la cursada pero sobre todo sigamos cursando lucha y organización.
El Movimiento Justicialista Libertario juzga la propuesta de los compañeros de El Cielo por Asalto como un programa reformista y poco ambicioso ante la realidad académica actual. Para llevar a fondo un programa revolucionario, es urgente terminar con esta tiranía del conocimiento y abolir el sistema de educación tradicional con un saber sacralizado que es administrado a los alumnos unilateralmente por parte de una autoridad académica que ningún estudiante eligió, sino que fue impuesta por las instituciones del saber burgués en la expectativa de que cumpla el rol de policía del conocimiento, con atribuciones para sancionar e imponer disciplina al pensamiento crítico (entendiéndose por pensamiento crítico a todo aquél que escapa a los programas aprobados por la CONEAU).
Por eso mismo el Anarkismo que canta La Marcha propone elaborar un nuevo paradigma de intersubjetividad en el que cada alumno aporte lo que piense; cree o incluso sienta sobre cuestiones académicas como la sociología, la filosofía, la matemática, la física o la bibliotecología, sin atarnos a programas preestablecidos y sistemas de evaluación nazi, generando un ámbito de democratización del conocimiento que nos reúna a todos en una comunidad del saber horizontal, sin errores ni aciertos ni método científico sino verdades colectivas. Así es, joven idealista que siempre soñaste con ser Filósofo pero nunca pudiste con Pensamiento Científico del CBC. ¿Nunca pensaste que la lógica proposicional impone límites a tu imaginación desbocada?
Después de 5 años (o lo que el Estudiante crea que sea pertinente) podrá egresar hacia nuevos horizontes de la experiencia revolucionaria como vender artesanía en El Bolsón; buscarse un lucrativo empleo en el Sector Público o quedarse en casa mirando temporadas completas de Dr. House mientras se figasea un rato. Ahora, de aprender algún tipo de disciplina para abordar racionalmente fenómenos de la naturaleza, ni hablar.