domingo, 3 de mayo de 2009

CACEROLA SPIRIT

-"¡Duermen todo el día!"-

Esas palabras me despertaron. Un grito estridente que provenía del pulmón de manzana y que se infiltraba en mis sueños a través de la ventana del lavadero. Mi primera reacción: uy no, es mi vieja.

-"¡Toman toda la noche y duermen todo el día!"-

Continuaba la voz estridente. No era mi vieja, no podía serlo. Estaba a más de 500 km. Teníamos 20 años y decidimos trasladar nuestras actividades etílicas a la balnearia ciudad de Miramar. Corría el año 2002.

-"¡En este edificio no queremos más borrachos. ¡Basta de Borrachos!"-

Esta exclamación fue como un baldazo de agua. La vecina arrojó una sentencia que nos afectaba, a mí y a los pibes. Enseguida empecé a reconstruir -dentro de las posibilidades de mi resaca- lo que había ocurrido anoche, y que alteró tanto a la vecina.

La primera tentación fue salir al lavadero y gritarle a la señora que me deje dormir. Pero eso no solucionaría nada, cuando no lo empeoraría. La vecina estaba muy alterada, y tal vez algo de razón tenía. No habíamos sido nosotros, fueron los pibes de la planta baja que venían en plan etílico como nosotros. Ese mismo día se volvían para su ciudad (creo que era Balcarce) y despidieron el departamento con un destrozo. No voy a entrar en detalles, pero recuerdo imágenes dantescas con botellas y sillas voladoras, paquetes de harina y fideos que desafiaban a la gravedad y la música de Los Piojos o La Bersuit despertando la noche. El aire mismo no superaba un test de alcoholemia.

Recién comenzaba el 2002 y estos pibes se metieron con una vecina indignada. Acababa de ocurrir el 20 de Diciembre -Argentinazo para los trasnochados- y la señora estaba en una luna de miel ciudadana. No pensaba callarse nada, e iba reaccionar ante todo lo que le haga mal. Estaba dispuesta a indignarse por cualquier cosa y reclamar que alguien haga algo, porque ya no pensaba tolerar más de nadie.


Esa vieja está embebida en el Espíritu Cacerolero, el espíritu blanco y republicano de principio de siglo. Ya no permitirá que nadie se interponga entre ella y su bienestar, ni los políticos corruptos ni los pibes borrachos y mucho menos los gobiernos de montoneros revanchistas. Dios se apiade de quien cometa el grave error de molestarla. Dios se apiade de esos pibes de Balcarce, y de nosotros más aún que todavía seguíamos en Miramar.

Está de más decir que después del quilombo, seguimos nuestras vacaciones como si nada y el bardo siguió. La mujer ésta gritó y puteó mucho, pero después se volvió a la casa y no jodió más, porque lo que le molestaba no eran los borrachos, sino que esos pibes le habían tirado unas botellas en el depto.


¿Tanto quilombo porque un portero mató un gato? Y bueh, también, miren la época. Noviembre del 2001. Nosostros nos ponemos del lado del ácrata que defiende al portero, que mata gatos y es un asalariado. No por el portero en sí, sino porque siempre miramos con desconfianza la causas de los "vecinos indignados".

3 comentarios:

Gabriel dijo...

Alta doctrina.
Hay que fumigar a las viejas teñidas de dorado que se quejan de todo.

Anónimo dijo...

mq pueden explicar que tiene que ver la anrquia con el peronismo. yo personalmente no veo relacion

Anónimo dijo...

alguien me puede explicar que tiene que ver la anarquia con el peronismo. yo personalmente no veo relacion. gracias

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